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Mostrando entradas de marzo, 2020

Irreylevancia

Ayer noche todos teníamos ganas de escuchar las palabras que nuestro rey Felipe VI nos tenía preparadas. El confinamiento impuesto por la epidemia y las noticias contando cómo le salpicaban las corruptelas de su padre consiguieron reunir más audiencia que ningún otro discurso real desde 1992, cuando aún había muchos que se declaraban juancarlistas pero no monárquicos. Hoy día, en cambio, quedan monárquicos pero ningún juancarlista.  Sabíamos perfectamente que el objetivo primero del discurso era arengar y animar a la nación en la lucha contra el virus (sic). Sabíamos perfectamente que en referencia a su padre y las cuentas en el extranjero para sus bien retribuidas comisiones no podíamos esperar más que unas vagas y genéricas alusiones a la necesidad de que la corona sea ejemplo de limpieza y honradez. Y a pesar de todo, a pesar de nuestras más que bajas expectativas, a pesar de que lo sabíamos, quedamos perfectamente decepcionados.  El rey hizo acto de presencia como por simple f

Confinamiento y pantalla

Y justo cuando parecía que volvíamos a la normalidad vuelve el mundo a ponerse patas arriba. De la noche a la mañana nos encontramos un país entero encerrado en casa, que solo puede salir para lo imprescindible, atrapado frente a las pantallas. Pantallas que reflejan incertidumbre, un collage de incertidumbre construido a partir de cientos de noticias provisionales, deslavazadas, inconexas. A medida que pasen los días se irá ampliando nuestra perspectiva y podremos jugar a adivinar patrones entre la marea de información  hasta que coincidan en lo esencial nuestras interpretaciones. Entonces sabremos donde nos encontramos.  También reflejan miedo todas las pantallas, nuestro miedo nacido de la incertidumbre. El mismo miedo que pidieron no tuviéramos y que ahora quieren enseñarnos a gestionar psicólogos en televisión para luego dejar paso a tertulias, plagadas de todólogos desprestigiados, de opinadores sin talento que llegan donde llegan por su obediencia, por su saber estar junto